martes, 22 de octubre de 2013

-¿Por qué no iba a dolerme? 
-Porque fue tu decisión. 

Así empezó la conversación entre mi subconsciente y yo. 

-Hice lo que creí mejor. 
-Entonces, ¿por qué lloras? 
-Simplemente no puedo parar, me pasa cada vez que me pongo a pensar si estuve bien. 

Sí, hablo conmigo sobre esto. Porque a veces siento que no puedo hacerlo con nadie más. 

-¿Por qué? 
-No entenderían. 

Realmente creo que no lo harían. ¿Cómo explicarlo? 

-Todo el mundo pensó y sintió alguna vez como vos pensas y sentis ahora. 
-Tal vez, pero yo no soy todo el mundo. Por eso, a mis ojos, este dolor es especial, y no se compara con nada. Nadie lo entiende. 
-¿Como sabes? 
-Porque soy yo quien lo vive. 

Como verás, no termina con una gran revelación. Aunque no la necesito, las cosas que sé son suficientes para recordar, llorar y sonreír al mismo tiempo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario