Hay una especie de extraña teoría
tácita que dice que una vez que una mujer es violada, el sexo ya no es viable
para ella. Este se ha visto reemplazado por el trauma, el miedo, el dolor y la ansiedad.
No estoy diciendo que nunca se dé el caso. La historia y experiencia de cada
sobreviviente es diferente, pero es muy frecuente la suposición de que si has
sido violada estas sexualmente quebrada e irreparable para siempre. Esta suerte
de discurso no es saludable, empoderador o siquiera empático. Lo que quiero
decir es que me gustaría que alguien me hubiese dicho que la violación no es
una forma de tener sexo, es una forma de agredir. El sexo se siente bien. La
agresión es traumatizante. Es posible que exista el sexo después de una
violación porque son experiencias diferentes, igual que es posible que sigas
disfrutando de salir a comer fuera, incluso si te has intoxicado alguna vez.
Tal vez nunca vuelvas a ese restaurante, pero eso no significa que vayas a
intoxicarte cada vez que salgas.
Verdaderamente, no sé cómo es el sexo
antes de una violación. Perdí la virginidad a la fuerza cuando tenía 14. La
gente está muy dispuesta a darle consejos a una sobreviviente sobre qué hacer
luego de ser violada. No te cambies la ropa. No te duches. Que alguien en quién
confíes te lleve al hospital. Denúncialo inmediatamente a las autoridades.
Aferrate a tus seres queridos, busca un terapeuta, volvete una defensora de
otras sobrevivientes. Pero han pasado 10 años y estas son las cosas que nadie
me dijo sobre el sexo post-violación:
2. Nadie te dice que serás llamada provocadora
cuando traces el límite en los besos. Aunque te sientas bastante orgullosa de
vos misma por esta pequeña victoria en tu trayecto para recuperar confianza
para expresarte sexualmente, algunas personas pensarán que sos una puritana por
no sacarte los pantalones.
3. Nadie te dice que la primera vez que sí te
saques los pantalones frente a un potencial compañero sexual, llorarás casi
inmediatamente y te lo volverás a poner, y te irás sin explicación alguna. Te
sentirás avergonzada y estúpida, y te preguntarás si alguna vez serás capaz de
intimar otra vez.
4. Nadie te dice que la masturbación es una
práctica sanadora (está bien, tal vez tu terapeuta lo sugiera una o dos veces) y
que darte cuenta de que sos capaz de sentir satisfacción sexual después de una
violación es un sentimiento increíble y poderoso. A veces toma tiempo sentirte
del todo reunida con tu cuerpo en este sentido, y tienes permitido tomarte todo
el que necesites. La exploración sexual es un viaje, no un destino.
5. Nadie te dice que tus síntomas de Stress
post-traumático serán tema de burla. Tus límites serán calificados de
“arbitrarios”, y serás acusada de “empuñar el sexo como un arma” y “de ponerte
a vos misma en un pedestal”. Alguien debería decirte que quienes dicen este
tipo de cosas son la peor clase de gente de la cual rodearte. No tiene ningún
derecho de hacerte sentir avergonzada, pero lo harán. Si tienen potencial de
llegar a enojarse por las decisiones que tomes sobre lo que haces con tu cuerpo
no valen tu tiempo ni energía, tus pensamientos o tu amor. Pero nadie te dice
eso.
6. Nadie te dice que la charla sobre la violación
es algo que tiene que pasar antes de cualquiera relación romántica que se ponga
seria. Nadie te hace saber que los hombres inmaduros enloquecerán y se
referirán a tu violación como una carga cuando las cosas terminen. Y desafortunadamente,
nadie menciona que algunos sostendrán tu mano y llorarán contigo cuando lo
cuentes, porque no podrán creer que alguien sea capaz de lastimarte.
7. Nadie te dice que hay hombres que son
pacientes y amables. Algunos te escucharán y apoyarán, y leerán, se informarán
y buscaran la forma de entenderte. Te preguntarán qué te gusta y qué no, serán
explícitos sobre sus preocupaciones, y te tratarán con respeto y dignidad.
8. Nadie te dice que las primeras veces que
intentes tener sexo tal vez no vaya bien. Tal vez tengas ataques de pánico o
alguna regresión, y tal vez grites o tiembles o llores o vomites o todo lo
anterior. Lo que deberían decirte es que el compañero correcto acariciará tu
espalda o te hará un té o te sostendrá el cabello. Se irá si se lo pides y
dejará su teléfono encendido por si necesitas hablar con él.
9.
Nadie te dice que
la primera vez que tengas sexo exitosa y placenteramente otra vez, será
empoderadora y liberadora y abrumadora. Aunque solo hubiese sido solo por los
dos últimos minutos, se sentirá como una victoria enorme. Y serás feliz de una
forma en la que no estabas segura que serías otra vez.
10. Nadie te dice que no funciona así cada vez. El
stress post-traumático no se cura con una experiencia dichosa, y la ansiedad es
una perra. Habrá veces en las que te hundirás en las sábanas, y desearás poder
ser simplemente NORMAL y tener sexo NORMAL como una persona NORMAL. Y es
frustrante. Pero recordarás que esa única mala experiencia no te niega la
habilidad de tener futuras buenas experiencias. Beberás tu té y te sentirás
mejor.
11. Nadie te dice que las personas son capaces de
amarte luego de haber sido violada, y que vos sos capaz de amar también. Tenes
permitido entregarte por completo a alguien más. Como también tenes permitido
retraerte. Tenes permitido tener miedo pero también podes volver a confiar. Tu
proceso de cura es tuyo e independientemente de cómo llegues ahí, tenes que
saber que mientras te cuides a vos misma, nadie tiene el derecho de decirte
nada diferente.
12. Nadie te dice que solo porque él fue el primer
chico con el que tuviste sexo desde tu violación no significa que tengas que
enamorarte de él. No le “debes” a nadie tu amor, tu felicidad o tu cuerpo.
Podes estar agradecida y cómoda, pero si él no es “el indicado” no sientes
cabeza solo porque él te trato mejor que tu violador.
Tendrás
días buenos y días malos. Tendrás buen sexo y también malo. Pero todavía estas
viva, y solo pensé que tal vez alguien debía decírtelo.
Texto original: http://www.fortrefuge.com/12-things-no-one-told-me-about-sex-after-rape.php
Traducción: Berenice Rodas